Domenico Dolce y Stefano Gabbana siempre han estado muy orgullosos de ser italianos de corazón, y este sentimiento de pertenencia a una gran civilización es lo que les ha permitido tener un lugar preferente en la moda de hoy, en la cual, además de presentar nuevos 'twists' o toques de moda, se preservan las raíces del país de la bota.