Una visita a Londres no está completa sin ir al famosísimo museo de cera que fundó Madame Tussaud. Ahí se encuentra una variopinta caterva de personajes representados en poco sinceras efigies de cera: Enrique Octavo cerca de James Dean; el Papa junto a Cher; Juana de Arco al lado de Jack el Destripador. Perdidas entre las dos muchedumbres -la inmóvil y la que se mueve en torno de ella- hay reliquias de aquella historia macabra que Madame Tussaud, macabra ella también, gustaba de coleccionar: la guillotina que cortó el cuello de María Antonieta; la contundente puerta de la cárcel de Newgate que Dickens describió.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.