En las peores condiciones posibles emprendía Carlota su viaje a Roma y a París. Napoleón III, que entró en la aventura mexicana en buena parte movido por el capricho de su esposa, se había arrepentido de esa incursión y ni siquiera hizo ademán de resistir las presiones de los Estados Unidos para que saliera del país. El Papa, irritado por el liberalismo de Maximiliano, lo miraba como enemigo de la Iglesia, mayor aún que Juárez. A esas puertas, cerradas de antemano para ella, iba a llamar Carlota.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.